En tiempos de la conquista del Perú por los
españoles, la ambición de los conquistadores por incorporar nuevos dominios,
atraídos por la famosas leyendas de "El Dorado" y el “País del Oro y
la Canela” que referían la existencia de un país con fabulosas riquezas en el
corazón de la selva, dio lugar a partir de 1532, a la “gran oleada migratoria
hispánica” que devino en la ocupación española de nuestra selva y fundación de
las ciudades de Moyobamba, Saposoa, Lamas, Rioja, Juanjui y Tarapoto.
Al llegar los españoles, según las fuentes
bibliográficas revisadas por Julián Steward, en los alrededores de lo que hoy
es Tarapoto, vivían los Suchiches a orillas de la “cocha” o laguna del mismo
nombre, los Cumbazas en ambas márgenes de las quebradas Choclino en el valle
del Shilcayo y Amurarca entre Tarapoto y Morales, y los Motilones (cráneos
rapados) o Lamas en las riberas del río Mayo.
El 4 de abril de 1780, el Obispo de Trujillo Monseñor
Baltasar Jaime Martínez Compagñon y Bujanda, a cuya Diócesis pertenecía la
administración de la ciudad y conversiones de Lamas, por mandato del monarca
español Carlos III, anuncia su Visita Pastoral al área de su jurisdicción para
establecer los derechos parroquiales con arreglo al arancel mandado a formar
por el Rey.
Encontrándose
el Ilustrísimo Obispo de la Diócesis de Trujillo. Monseñor Baltasar Jaime Martínez
Compagnon y Bujánda, en la provincia de los Motilones de Lamas, el 20 de agosto
de 1782 mandó reunir a los grupos nativos residentes en los alrededores de la
laguna de Suchíche y erigió a éste “núcleo social en pueblo”, estableciendo la
Parroquia de la Santa Cruz de los Motilones de Tarapoto, bajo la jurisdicción
del curato de Lamas.
Estuvieron, entre otros grupos nativos, los Sustuchiches ó Suchíches, los
Cumbazas residentes en las orillas del Choclino, los Pínchis que vivían en la parte alta
de la margen derecha del Shilcayo, y los Muníches y Huancaballes o Antavales o
Ancohallos que habitaban en el sector del actual barrio Huayco hasta el centro poblado Santa
Rosa.
Este acto ha sido asumido por los historiadores
como el de fundación española de la ciudad, al no haberse encontrado el acta de
tal acontecimiento. Los argumentos que lo validan, entre otros, son:
1. El
acto cumplido por Mons. Baltasar Jayme Martinez Compagñón y Bujanda, que erigió
a Tarapoto en pueblo estableciendo la Parroquia de la Santa Cruz de los
Motilones de Tarapoto bajo la jurisdicción del curato de Lamas, es similar a
los que tuvieron lugar en los diversos pueblos fundados por el “obispo viajero”
durante su visita pastoral que duró exactamente dos años, ocho meses y
dieciocho días.
2. Mons.
Baltasar Jayme Martinez Compagñón y Bujanda al informar los resultados de su
visita pastoral al Rey Carlos III, dice: “En
todas partes mi único objetivo ha sido formar de cada uno de mis diocesanos un
buen hombre, un buen vasallo y un buen cristiano, reduciendo a poblado a muchos
miles de hombres que vivían por los campos una vida misantrópica”.
3. El
testimonio del Virrey del Perú don Agustín de Jáuregui, en la Nota que dejó a
su sucesor Sr. Teodoro de Croix: "...tuve
por oportuno remitir el expediente al Real Acuerdo y con su dictamen resolver
en fuerza de la facultad que confiere la ley del Real del Reino, que, en el sitio
nombrado Tarapoto, se avecindasen los individuos que se hallaban allí desde el
año 1765”; y más adelante, que “el 6
de octubre de 1782, había ordenado la colonización de la parte norte de la
Amazonia peruana hasta Ucayali, tomando a Tarapoto como centro de operaciones”
(Estas operaciones duraron hasta el 27 de abril de 1784).
4. La
estructura política-administrativa del Virreinato hasta 1784. era: Diócesis,
integradas por Obispados; Obispados, integrados por Corregimientos; y
Corregimientos, integrados por Curatos (según Justino M. Tarazona en su obra:
“Demarcación Política del Perú” División Política del Virreinato Peruano hasta
1984).
Al no conocerse de otro acto que
haya ejecutado el dictamen de la Corona Española que refiere el Virrey del Perú
Agustín de Jáuregui, se establece que el Obispo de Trujillo Mons. Baltasar
Jayme Martinez Compagñón y Bujanda, lo que hizo fue dar cumplimiento a dicho
dictamen y conforme a sus atribuciones como Prelado de la Diócesis de Trujillo
a la que pertenecía Tarapoto, lo “erigió
en pueblo” y estableció en él un Curato Nuevo como anexo del Curato de
Lamas.
En torno a lo descrito, si bien es
cierto constituye una abstracción de mi obra ¿Me conoces?... SOY TARAPOTO, es
importante destacar que gran parte es resultado de la labor de investigación
que sobre el pasado de ésta parte del país ha realizado y realiza el Profesor
Wilson León Bazán.
Tarapoto,
agosto de 2014
Alberto
Azáldegui Cruz
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